Colorful: 1 ROJO

Sucedió quince minutos antes de que la alarma se lanzara.
El capitán estaba terminando de pasar a limpio sus anotaciones sobre el viaje. Mariel revisó los indicadores de protección, antes de seguirme. No quedaba mucho para el reingreso a la atmósfera terrestre.
Me enviaron a realizar un chequeo de rutina, en las áreas inferiores de la nave. Algunos me saludaron, porque les dio el tiempo, otros simplemente siguieron concentrados en su tarea.
Caminé hasta el mirador. Metí mis manos en los bolsillos del traje y observé la Tierra en su majestuosa luminosidad.
De repente, todo ruido fue engullido. Por un instante me sentí perdida. Giré. Ellos también lo habían notado.

-          Por Dios, ¿qué ha sido aquello?

Volví al mirador, donde Mariel se aferraba consternada. Traté de seguir sus ojos hacia la Tierra.
La alarma se disparó. La nave se sacudió con brusquedad. Yo perdí el equilibrio y caí sobre Mariel.
Ella me sujetaba, temblorosa, sin alejar sus ojos aterrados del planeta.

-          ¡Jules! ¡Se le requiere en la central de operaciones! ¡Jules! ¡A central de operaciones!

Me separé de Mariel. La ayudé a levantarse y la guie hasta su puesto, dudando de su capacidad para monitorearlo. Corrí hacia la central.
Mis zapatillas chirriaron en la entrada. El capitán me señaló la pantalla de actividad militar. Asentí sin entender lo que sucedía. La voz ida de Mariel, en el altoparlante, indicó el uso de los cinturones de seguridad. Mis manos se resbalaron ante una abrupta sacudida, más fuerte que la primera.

-          Capitán, hemos perdido la comunicación con la base en la Tierra.
-          Lanza un mensaje de emergencia a Marte.
-          ¡Sí, señor!

Mis dedos presionaban de manera automática los botones en los tableros. ¿¡Qué rayos estaba pasando!?

-          Ca… Capitán… -fue casi un susurro.

Observé de reojo, mientras esperaba una respuesta del sistema. Mariel llevaba en sus manos un PDA. El tono pálido de su piel, contrastaba notablemente con el enrojecimiento de sus ojos y mejillas. El capitán le arrebató el PDA y leyó el informe.

-          …ha desaparecido, señor… La Tierra ha desaparecido…

A pesar de haber sido un simple murmullo, todos volteamos hacia la única ventana que nos permitía confirmar la noticia. El capitán se puso en pie y dejó caer el PDA. Éste se quebró en medio de un gran estruendo. Mariel se sentó en el suelo y lloró en silencio.

La Tierra no estaba.

- o -

Hasta aquí el primer capítulo.
Estaré subiendo el siguiente, en cuanto termine de revisar ciertas cosas en la estructura.
Por cierto, es el único capítulo con ésta longitud, el siguiente es algo más extenso.

Gracias. No se olviden de comentar.

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